Un Diseño Profesional de un Sistema de riego, garantiza la salud de la vegetación y un funcionamiento ininterrumpido por muchos años.
Un diseño adecuado depende en gran medida de un análisis correcto de las distintas áreas del diseño. Los sistemas de riego más eficaces dividen el diseño en zonas de riego diferentes para acomodar las distintas necesidades de riego de las plantas. Por ejemplo, muchos jardines incluyen césped, flores, arbustos, árboles e incluso plantas en macetas. Cada uno de estos tipos de plantas tiene distintas necesidades de riego y deben tratarse como zonas diferentes. Además, las distintas exposi- ciones al sol que se producen en un jardín (zonas de sol frente a zonas de sombra) también afectan al riego.
Las plantas y tapizantes más necesitadas de agua tales como el césped, necesitan normalmente más agua que los arbustos para estar saludables. Dividiendo el jardín en zonas de riego, el programa de riego no estará dictado por las necesidades de las zonas de césped, lo que evitará que arbustos y árboles tengan un exceso de agua y reducirá el consumo general de agua del jardín.
Muchos propietarios de viviendas pasan por alto las características naturales existentes en el diseño, como las zonas con un drenaje pobre, con suelo de arcilla, arenoso o rocoso y pendientes naturales. Teniendo en cuenta la tasa de absorción y la forma como el agua fluye de forma natural por un jardín, las zonas de riego se pueden diseñar de forma que se compensen con las zonas de peor drenaje.
También es importante tomar nota del efecto del viento sobre el jardín. Los vientos fuertes aumentan la velocidad de evaporación y pueden hacer que se desvíe la pulverización. En las zonas más propensas a condiciones de viento, como los cañones o llanuras abiertas, el sistema de riego debe diseñarse de modo que compense las mayores velocidades de evaporación y desvío. Los efectos del viento también se pueden corregir con una presión de agua adecuada.
Por último, los propietarios de viviendas deben tener en cuenta el desgaste y las roturas provocadas en los jardines con un elevado tráfico. El riego se puede adaptar para regar las zonas propensas al desgaste y a estrés hídrico.
La información obtenida de un análisis detallado del jardín permite el desarrollo de un plan de diseño que se adapte mejor a los tipos de plantas con más probabilidad de prosperar en las condiciones dadas y, a la larga, proporciona una base para un sistema de riego con un uso del agua más eficaz.
Un componente importante de cualquier plan de paisajismo es la creación de un mapa a escala de toda la zona de jardines. Los mapas detallados deben incluir el césped, las aceras, las calzadas y los pasos peatonales, así como el exterior de la casa y todas las mediciones correspondientes. Como anteproyecto de un sistema de riego con un uso eficaz del agua, el mapa permite dividir fácilmente el jardín en zonas de riego que agru- pen tipos de plantas similares, como arbustos y plantas tapizantes, para asegurar que se cumplen las necesidades de riego específicas.
No es necesario renovar un jardín entero de una vez. Muchos propietarios de viviendas solucionan los problemas de zonas específicas sustituyendo plantas ó céspedes que necesitan mucha agua por plantas nativas resistentes a la sequía, o eliminando zonas propensas a la escorrentía y a la erosión mediante la plantación de tapizantes, plantas trepadoras o parterres de plantas.
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